EL ENFOQUE STEM COMO ALTERNATIVA PARA LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS NATURALES EN LAS AULAS DE EDUCACIÓN PRIMARIA

Hoy por hoy, las innovaciones tecnológicas se han convertido en parte de la vida diaria de los seres humanos. Estas innovaciones ocurren en todos los sectores, entre ellos la educación.

Los docentes hoy más que nunca están buscando herramientas tecnológicas digitales para compartir con sus alumnos. No se niega el valor ni el atractivo de estas herramientas en el aula pero, ¿son estas herramientas integradas realmente a la clase o se quedan como un complemento más de una enseñanza tradicionalista?

Ante este cuestionamiento surge el enfoque STEM (BBHCSD, 2014) que, más que un acrónimo para Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, responde a una propuesta educativa centrada en la interdisciplinariedad; asignaturas que tradicionalmente se enseñan aisladas, como Matemáticas, Ciencias Naturales y hasta Artes se reúnen en un mismo espacio en las aulas bajo este enfoque. ¿Es la única propuesta educativa que propone la interdisciplinariedad en las aulas? No, pero sí es un enfoque que, además, está centrado en el aprendizaje práctico.

El enfoque didáctico vigente de la asignatura de Ciencias Naturales para la Educación Primaria demanda que hay que “abordar los contenidos desde contextos vinculados a la vida personal, cultural y social de los alumnos, con el fin de que propicien la identificación de la relación entre la ciencia, el desarrollo tecnológico y el ambiente” (Secretaría de Educación Pública [SEP], 2011, p.89) y que uno de los estándares curriculares de la asignatura sea la “vinculación del creciente conocimiento científico con otras disciplinas para explicar los fenómenos y procesos naturales, y su aplicación en diferentes contextos y situaciones de relevancia social y ambiental” (SEP, 2011, p.85) pero ¿es esto realmente lo que podemos observar en las aulas de educación primaria?, ¿el enfoque sí se lleva a la práctica o se queda en el papel?.

Independientemente de la política educativa vigente o de las tendencias en materia de educación, el enfoque STEM puede ser una alternativa viable para que los estudiantes aprendan desde sus experiencias, pues la columna vertebral de esta propuesta es que el alumnado desarrolle habilidades interpersonales e intrapersonales como el pensamiento crítico, el trabajo cooperativo y la creatividad a través de la investigación, el aprendizaje basado en proyectos y en resolución de problemas (BBHCSD Media, 2014), las cuales, más que sobrarnos nos hace falta desarrollar en cualquier nivel educativo.

Si en las aulas de educación primaria adoptamos este enfoque como una alternativa a la enseñanza fragmentada de los conocimientos, no solo estaremos contribuyendo en el desarrollo de las habilidades previamente planteadas, sino que también estaremos asumiendo la gran responsabilidad social que la UNESCO (2016) ve en garantizar una buena educación científica que, a largo plazo, contribuirá al desarrollo de las comunidades y de los países.

Asumir este reto, como docentes y como estudiantes, necesita del compromiso de quien funge como guía y facilitador tanto como del que se asume como aprendiz activo. Necesita que los docentes diseñen situaciones de aprendizaje centradas en el alumnado, en el aprendizaje práctico y no en la memorización, pero sobre todo, en incentivar la curiosidad de los estudiantes para que usen su creatividad en la clase con el objetivo de que hagan lo mismo en las situaciones de su vida cotidiana.